El plan de Barcelona para mejorar la calidad de vida y el aislamiento de las personas mayores

19.05.2014

Por Josep M. Miró y Miquel de Paladella

Anna Maria tiene 87 años y vive sola en Barcelona. Su hija, Anna, de 67 años, cuida de ella en su día a día, acompañándola a las citas médicas, preparándole las comidas y organizando su vida de la mejor manera posible. Anna gestiona prácticamente sola el aumento del grado de dependencia de su madre, con la ayuda ocasional de amigos y la nieta de Anna Maria. Pero a medida que pasan los años, la situación se vuelve engorrosa y difícil para ambas, madre e hija. La primera se siente sola, aislada e insegura. La última se siente culpable por no dedicar más horas a su madre, pero también agotada por el tiempo limitado que dispone para hacer sus propias cosas.

Barcelona, ​​al igual que casi todas las ciudades de Europa, se enfrenta al reto de una población que envejece al tiempo que se incrementa la demanda de apoyo. Anna Maria tiene suerte de tener una hija que cuida regularmente de ella. Sin embargo, muchas personas se enfrentan al envejecimiento con un creciente aislamiento. Barcelona es una ciudad ideal para los niños, los jóvenes, las familias, para los empresarios... pero cuando las personas envejecen, aumenta su dependencia o las condiciones crónicas se vuelven más importantes, la calidad de vida se reduce drásticamente. De hecho, existe una sólida evidencia empírica de que el aislamiento es el más importante de los determinantes sociales de la salud. El aislamiento es un terreno fértil para la mala salud e impide llevar una vida activa. También tiene costosas implicaciones para los cuidadores de las personas dependientes y de los servicios sociales.

La respuesta a este reto será difícil de sostener en el futuro cercano. La presión sobre los servicios sociales y del sistema de salud será abrumadora, ya que la población envejece. El ayuntamiento podría no tener los recursos para cumplir con este reto de la manera que lo ha hecho en el pasado. Por ello hay una enorme necesidad de respuestas innovadoras, más eficaces, eficientes y sostenibles.

Barcelona está diseñando una solución para afrontar este reto. La evidencia muestra que las redes sociales coordinadas son esenciales para una buena salud y calidad de vida. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Cambridge revela que las personas con fuertes relaciones sociales tienen un 50% más de probabilidades de supervivencia que aquellos con relaciones más débiles. Por este motivo Barcelona está buscando impulsar las redes de atención colaborativa para apoyar a las personas aisladas y sus cuidadores. Para ello diseñará una plataforma digital online que facilite la coordinación de estas redes de confianza de la persona aislada y/o sus cuidadores con familiares, amigos, vecinos y profesionales para cocrear los mejores resultados posibles.

La idea es juntar tres ingredientes que son esenciales para la innovación disruptiva en el sector social:

  • Soluciones en red: más eficaces y eficientes que las respuestas de los sistemas centralizados.
  • Participación de los ciudadanos: un recurso abundante pero infrautilizado, que facilite a todas aquellas personas dispuestas a ofrecer pequeñas unidades de ayuda que puedan aportarlas cuando sea necesario.
  • Tecnología: permite niveles sin precedentes de comunicación instantánea y coordinación.

La solución que Barcelona está diseñando pasa por promover la activación de estas redes de atención colaborativa en torno a individuos aislados, generando sinergia entre el sector de los cuidados formales (profesionales como médicos, enfermeras, fisioterapeutas y trabajadores sociales) y el sector informal (cuidadores, familiares, amigos, vecinos y voluntarios) y la creación de condiciones para extender la calidad de vida el mayor tiempo posible.

Con la activación de la red de confianza de su madre, la vida de Anna también mejoraría de manera significativa. Podía contar con un equipo de personas dispuestas a contribuir con el bienestar de su madre, y con quien podría coordinarse a diario con eficacia. Juntos podrían ayudar, desde diferentes grados de implicación, en el cuidado de Anna Maria.

Este es el proyecto que el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado a Bloomberg Mayors Challenge: una competición para inspirar a las ciudades para generar ideas innovadoras que resuelvan sus principales retos y mejoren la vida de sus ciudadanos. Bloomberg Philanthropies ha revelado las 21 ciudades europeas finalistas. Barcelona y la propuesta de mejorar la calidad de vida y reducir el aislamiento social de las personas mayores mediante el establecimiento de una red de apoyo público y privado para cada uno de sus ciudadanos de edad avanzada es uno de ellos.